Hoy en día en todas las escuelas podemos observar por diferentes grupos una serie de roles que se van poniendo entre los alumnos, siempre existe el "malote, el pasota, el empollón, el gracioso". Todo ello según las expectativas que tengan los alumnos ante las clases, hay quien va para pasar el rato, otros por obligación y otros porque verdaderamente quieren aprender y les gusta.
Pero ahora si pensamos en el profesor que este dando clases a esos niños, también tiene que ser agotador que veas como estas dando una explicación y que los alumnos pasen olímpicamente del tema, que notes que no te están escuchando, que no les interesa para nada lo que estas diciendo.
Por ello además de las normas que tenga la escuela, debe haber un momento de comunicación e interacción en el cual cada uno exprese sus sentimientos y diga como se siente.
Además para que se den situaciones de aprendizaje y motivación, en el aula debe de haber unas condiciones adecuadas para que ayude a la concentración, el profesor debe ser motivador y mostrar iniciativas. También tiene que adaptarse a los diferente ritmos de aprendizaje de los alumnos.
Otro aspecto que puede influir en los alumnos es la ubicación del centro, dependiendo del lugar, puede estar en una barriada, en pleno centro de la ciudad, en una zona industrial, en ocasiones las discusiones en los atascos que se producen en hora punta entre padres, produce que nos niños lleguen estresados a las aulas.
En cuanto a la participación de padres en la escuela, siempre podremos encontrar diversos tipos: estarán los que se quieren implicar demasiado, los que pasan del tema y los que protestan por todo lo que se hace.
Además podemos encontrar en la escuela, niños que dentro de ella son muy buenos ya que tienen un buen comportamiento y obedecen a lo que se les dice, pero luego salen del colegio y se vuelven locos, no paran quietos, no hacen caso. Por lo tanto ellos, tienen esa disciplina y saben cuando pueden hacerlo. Sin embargo hay otros que no tienen esa disciplina y en colegio hacen lo que quieren.
Todo ello da lugar a conflictos, los cuales se deben intentar solucionar ya sea hablando entre el profesor y los alumno para explicarle como se sienten, que comparta sus experiencias. De tal forma podemos aprender a ponernos en el lugar del otro en algunas situaciones y de una manera determinada para que todos puedan aprender de todos.
Cuando nosotros éramos pequeños los conflictos se resolvían en casa castigando, en el instituto te ponían partes o te expulsaban del centro unos días. En la antigüedad si dos niños se estaban pegando, se castigaba a los dos, no se preguntaba que ha pasado, que has hecho, que has sentido o si alguien lo ha visto.
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